He tenido la fortuna de vivir toda mi trayectoria profesional (+30 años) inmerso en el sector de los sistemas de información hoy llamado el sector de las TICs (Tecnologías de la información y Comunicación), durante los cuales además de haber implantado sistemas de información en empresas, o como ahora comúnmente se llama, sistemas de planificación de recursos empresariales (con sus siglas en inglés ERP), he podido observar de primera mano como las tecnologías utilizadas han ido evolucionado en pasos agigantados, desde entornos de texto donde lo primordial era poder almacenar y tratar grandes cantidades (en ese momento) de datos, hasta la actualidad, donde la información y el conocimiento adquiridos cobran sentido para la gestión de una compañía.
Estamos en el momento en donde los sistema de información, las aplicaciones, sistemas de gestión y/o el conjunto de software que está a disposición de una empresa para ayudar a su gestión cobran vital importancia, centrándose en su función primordial: ser la herramienta que permite, ayuda y facilita la toma de decisiones de forma ágil y concreta.
Al utilizar el adjetivo ágil habitualmente pensamos en gran velocidad, en la rapidez en la reacción, pero también lo podemos asimilar a la eliminación de todo aquello que es un estorbo, que no agrega valor, y que nos impide avanzar de forma clara y en la dirección que nos hemos marcado. La acción de desbrozar los volúmenes de datos que hoy en día tenemos en toda organización, convertirlos en información, y permitir su análisis para agilizar la toma de decisiones es lo que ahora se denomina con el término en inglés BI de Business Intelligence o Inteligencia de Negocios, y posibilitan a las organizaciones conocer en todo momento su posición y plantear las acciones que permiten alcanzar los objetivos buscados.
Quiero compartir con ustedes una experiencia vivida cuando colaboraba en una gran multinacional de productos de consumo masivo, allá en la década de los 90s, en donde habíamos desarrollado sistemas de información integrados que manejaban gran cantidad de datos de: clientes (+ 13.500), marcas (+100), presentaciones (+500), y en la cual era imprescindible actuar de forma proactiva y anticipada, identificando patrones, tendencias, comportamientos repetitivos o inesperados, para mantener el liderazgo en el mercado, que era el objetivo que la empresa perseguía.
Con la utilización de una herramienta analítica, que en aquellos tiempos no se conocían como BI, se pudieron identificar patrones de comportamiento que en los periodos de tiempo analizados se reproducían, marcando una tendencia únicamente identificable si se analizaba la información en su conjunto. Una vez identificado dicho patrón se procedía a efectuar análisis cruzados con clientes, marcas, presentaciones, entre otros, y con esta transformación de los datos en información y conocimiento, se tomaban las decisiones que nos permitieron lograr mantener el liderazgo durante muchos años en el mercado.
Hoy las técnicas de toma de decisiones han pasado de basarse en datos presentados en listados, a herramientas avanzadas de análisis que permiten desde interactuar de forma más efectiva con los clientes hasta conocer los detalles más significativos de nuestra compañía (ingresos, costos, márgenes, etc.), y lo mejor de todo esto es que ya no solamente las grandes compañías tienen las herramientas para hacerlo, sino que ahora éstas están disponibles para las PYME.
El análisis de información es uno de los pilares de la evolución de los ERP, y forma parte de la guía que siguen los principales fabricantes de software en la actualidad a la hora de diseñar sus soluciones.
El equipo de GOSMART3R
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1 Comment
Muchas gracias por tu post. Reciba un cordial saludo.