Cambio de paradigma en el registro horario de la jornada laboral empresarial por el Covid-19.

¿Qué está sucediendo con algo tan fundamental como el registro de la jornada laboral de todas las personas que están trabajando desde sus hogares por obligación, debido a esta pandemia?  

La improvisación forzada por un confinamiento que empezó de la noche a la mañana y que en muchos casos ha conllevado el teletrabajo, ha sorprendido a las empresas sin las herramientas adecuadas para algo que había sido resuelto de variadas formas en las dependencias empresariales: el control horario.

Pero el hecho de que, en las circunstancias actuales, muchos empleados por cuenta ajena tengan que trabajar desde sus hogares ha trastocado todos los principios y la finalidad con la que fue concebido.La falta de medios para el control horario en los hogares

La falta de medios para el control horario en los hogares

La premura con la que muchas empresas y empleados por cuenta ajena han tenido que obedecer la obligatoriedad del confinamiento, que ha llevado a muchos a tener que trabajar desde sus domicilios, ha modificado de facto e involuntariamente el control de las entradas y salidas que las empresas ya habían establecido.

Los medios de control físico clásicos que se encuentran en los centros productivos de trabajo, como las tarjetas de uso personal o el control por huella dactilar para los marcajes, han perdido su sentido estos días.

Trabajar desde casa no requiere tan solo de unas nuevas rutinas y disciplinas a la hora de ser productivos, también de un cambio de medios si se quieren seguir cumpliendo las normativas laborales estipuladas sobre el control horario.  

Cómo conciliar el registro de la jornada laboral con el teletrabajo

Muchas empresas han tenido que modificar su sistema productivo sobre la marcha, ya que al no tener aplicados sistemas de transformación digital efectivos como los ERP (que integran todos los ámbitos productivos del negocio), han tenido que improvisar y empezar a trabajar usando hojas de cálculo, documentos de texto, mensajería instantánea, videoconferencias, etc.

Así, en muchos casos, el registro de la jornada laboral en 2020 ha pasado a un segundo plano.

Con el fin de seguir aplicando el control horario durante la crisis sanitaria, mientras las leyes en esta materia no cambien, por lo que proponemos las siguientes medidas:

  • Fomentar el uso de aplicaciones y/o ERP de integración de procesos productivos con los que el empleado, en remoto, pueda seguir produciendo según las necesidades de cada negocio. Estas herramientas, además de facilitar el trabajo, permiten identificar a qué hora se conecta cada usuario, el tiempo efectivo de conexión y la hora de desconexión, datos que hacen posible el registro de la jornada laboral.
  • Desde el departamento productivo correspondiente o desde el de recursos humanos, enviar a los empleados el nuevo horario de trabajo estipulado o la jornada necesaria para que la empresa siga activa. Esta comunicación es de máxima prioridad de cara a la autoridad laboral y para actualizar las necesidades productivas de la empresa.
  • Al mismo tiempo, enviar al trabajador en remoto todas aquellas pautas de buenas prácticas que puedan ser aplicadas desde el hogar y que la empresa no pueda controlar desde la distancia. El objetivo de esta medida es garantizar su bienestar y la máxima productividad, además de evitar alargar la jornada laboral de forma innecesaria.

Presente y futuro del registro de jornada laboral en 2020

No está claro si lo normal en un futuro será mantener el trabajo a domicilio. Existe la posibilidad de que lo que comenzó a causa de una emergencia se acabe implantando definitivamente y, en tal caso, las empresas deberán plantear también una revisión del concepto de control horario y de su aplicación ante esta nueva realidad.

El equipo de GOSMART3R adaptado de ekon.es

Foto: de Markus Spiske en Unsplash

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